miércoles, 27 de mayo de 2009

Otrora...

Con las manos callosas por el trabajo de los últimos años y con el chal que había terminado de tejer la noche anterior puesto en los hombros, remaba a dos brazos en una pequeña balsa y avanzaba por el mar. Nunca había ido tan lejos, desconocía su destino, y el tiempo que tardaría en llegar a él, pero no le importaba.
«Nunca más», repetía mientras remaba, «nunca más». Cansada de ser el estereotipo de la mujer que espera, Penélope había decidido probar suerte en otra isla griega.

4 comentarios:

laquechocaconlospostesysientepalabrasenlospiesylosbrazosporculpadelmarciano dijo...

Y entonces se dijo: ¡just wanna have fun! /Qué productiva es la gente cuando no estoy/
Soy como la tele, como el Xbox, como el chat...

Luis Gonzalí dijo...

Jajajajaja, sabia que te quejarias...

Azulignis dijo...

Me gusta :)Un buen remedio cuando la espera se hace insoportable

Luis Gonzalí dijo...

Exacto... Esperemos que tu Penélope no caiga en esos extremos... jajaja... Saludos!!