jueves, 17 de diciembre de 2009

Dogma de fe

Nueve patadas después, María se dio cuenta que la paloma que le hablaba era el Espíritu Santo.

2 comentarios:

Elizabeth dijo...

Jaja, ésta sí debió ir con dedicatoria para tu neurótica best friend... Beso.

Esteban Dublín dijo...

Excelente cuento, Luis. Llego a tu blog a raíz del concurso de Minificciones en el que permamentemente ganas o sales mencionado. Volveré.