jueves, 29 de enero de 2009

Las palabras son metáforas muertas...

El muerto y el arrimado a los tres días apestan... y la palabra lleva muerta desde que se volvió convencional. El lenguaje aprisiona, encierra, mata. La cosa a la que la palabra hace referencia pierde todo su misticismo en el momento en que es nombrada por primera vez. Así, el hombre encuentra el sentido construyendo castillos lógicos con cadáveres de prostitutas, cadáveres que se venden al mejor postor. Esos son las palabras, prostitutas muertas, el nivel más bajo de la semiótica, la jaula en donde se encierra todo el misticismo del mundo...

No hay comentarios: