Después de escuchar los mismos cuentos para dormir los últimos dos años, volteó a ver a su padre y le preguntó: ¿por qué disecaste a mamá cuando murió? El padre, sin pestañar, dijo: creo que ya es tiempo de que lo sepas, pero ella no es tu madre; y el niño nunca más la volvió a abrazar.
Moraleja: Uno nunca debería cansarse de escuchar los mismos cuentos para dormir.
Moraleja: Uno nunca debería cansarse de escuchar los mismos cuentos para dormir.
2 comentarios:
Tu humor negro nunca desapareció jajaja!!!
Ni desaparecerá, jajaja
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