Una nube de polvo cubría el paisaje mientras él seguía sentado ahí, en la mitad de la nada, completamente vencido. Cinco metros más adelante, su única esperanza: la botella que había lanzado con una petición de ayuda en su interior. A lado de él, la radio agonizante que había encontrado y sus alarmantes noticias: «...la peor sequía que la zona experimenta desde hace quinientos años».
3 comentarios:
Menudo porvenir se le viene encima...
Un saludo indio
Saludos...
Buen giro al final. La esperanza es la último que se pierde, pero en caso de sequía...
Te dejo otro de náufragos, a ver qué te parece:
http://realidadesparalelos.blogspot.com/2009/07/el-naufrago.html
Un saludo.
Publicar un comentario