Los descendientes más astutos de Dédalo pudieron mejorar el invento de su padre. Con éste, ellos podrían acercase al sol tanto como quisieran. Podrían volar por encima del paraíso tan anhelado por Ícaro, y flotar tan cerca del mar mientras éste salpicaba sus cuerpos sin repercusión alguna. El arte del vuelo había sido perfeccionado. Sólo existía un pequeño problema: las muertes por sobredosis eran bastante comunes.
8 comentarios:
Hola Luis,
He leido varios de tus relatos en minificciones, felicidades por la selección de este!
Ahora que te he encontrado, te sigo leyendo.
Un saludo,
Clara, me da gusto que me leas... Espero no aburrirte...
A ver que pasa este mes en la selecciòn de minificciones... Hay buenos relatos este mes...
Un saludo
Y cómo vienes eh? arrasando mes tras mes. Yo hoy te hubiera subido al primer peldaño, sin dudar.
Saludos!
Jajaja, Claudia, muchas gracias... El primer lugar es bastante bueno...
Saludos
Luis, te felicito por este texto.
Espero que sigas compartiendo nosotros tu arte.
Te mando un abrazo,
Delfín, Muchas gracias... Yo también espero seguir por aca un buen rato...
Un abrazo...
Hay un sitio donde necesitan gente como tú. Te espero.
http://minificciones.ning.com/
Saludos!
Claudia,
Ya me inscribí... En estos días le echo un ojo para ver como puedo participar...
Un saludo y gracias por la invitación
Publicar un comentario